¿Tiene sentido hablar de vocación hoy?

Como he escrito varias veces, la investigación vocacional es la identificación del propio camino, del propio horizonte de vida, de la llamada que el Señor ha sembrado en el corazón de cada uno.

Vocación… esta desconocida
Es verdaderamente una pregunta crucial y fundamental para todos: ¡está en juego la vida y esa plenitud y felicidad que todos queremos colorear y llenar nuestra existencia! Hoy más que nunca, la palabra «vocación» es despreciada y ridiculizada, ¡parece que ya no tiene sentido! De hecho, el «hazlo tú» está en vigor, ¡el hombre se interpreta a sí mismo como la única razón y un fin en sí mismo! No hay lugar para Dios y sus hipotéticos proyectos.

Olvidamos que mucho de lo que somos y poseemos nos ha sido dado; que en realidad todo es don, todo lo hemos recibido y nos sigue siendo ofrecido. ¡Nos olvidemos de la palabra gracias! Sólo a partir de esta conciencia de don y, por tanto, de gratitud y alabanza, el corazón y la voluntad y el alma y la inteligencia pueden hacerse disponibles y abrirse así a una nueva posibilidad, a un diálogo fecundo y confiado con Dios, al descubrimiento de ese tesoro interior que siempre ha sembrado en nosotros y que está esperando ser sacado a la luz.

San Alfonso María de Ligorio (en el tratado «Selva», Parte I, c. 10, nn. 13-14), hablando de la vocación, presenta estas consideraciones:

«Dios… según el orden de su providencia, asigna a cada uno el estado de vida y, según el estado al que lo llama, prepara luego las gracias y la ayuda adecuada».
Confiemos, pues, en el Señor, queridos hermanos, que sólo quiere nuestro bien y, como san Francisco, no nos cansemos nunca de preguntarle: «Señor, ¿qué quieres que haga?».

A él siempre nuestra alabanza.

fray Alberto (OFMConv)

(articulo libremente extraído del Blog Vocación Franciscana)

Deja un comentario

Contacto
close slider