Paso 3: El Noviciado

Es un año muy especial, vivido la casa de formación que dispone la Federación de América Latina de los Frailes Conventuales (FALC), en el que se privilegian sobre todo dos aspectos. Ante todo, la vida de oración: además de la Liturgia de las Horas, se pasa mucho tiempo en contacto con la Palabra de Dios, en la adoración eucarística, en la meditación personal. La otra dimensión es una acentuación notable al discernimiento personal, es decir, al compromiso de trabajar en algunos aspectos personales con la ayuda del maestro de novicios y del psicólogo.

 

Durante el Noviciado también se abordan cuestiones relativas a aspectos fundamentales de la vida consagrada, la historia biográfica y espiritual de San Francisco y la de otras figuras importantes de nuestra Orden Franciscana, como San Antonio de Padua, San Maximiliano Kolbe y/o Santa Clara.

 

El noviciado comienza en el mes de Enero, allí se firma el acta por la cual es joven ya comienza a ser llamado “Fray”, es decir, hermano. En este año, se recibe el hábito franciscano, no como un adorno, sino como un compromiso que me lleve a vivir de mejor forma los votos que más tarde va a profesar: castidad, pobreza y obediencia.

El noviciado culmina con la admisión a la profesión temporal.

Revisa aquí la ultima profesión temporal que hemos celebrado.

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